El violinista toca aunque nadie le escuche el violinista toca
Muchas veces me preguntan: ” ¿Y qué ve usted?” ó ” ¿cómo me ve usted?”; la contestación nunca es tan sencilla como uno se pudiera imaginar. Antes tengo que aclarar que ver es un don, algo que la divinidad te otorga para ponerlo al servicio de la ayuda a los demás, como todos los dones. Piensa por ejemplo en un violinista: la divinidad le otorga el don de expresar la naturaleza de su ser a través de la interpretación musical. Seguramente, desde pequeño ya era notable su habilidad musical pero, a pesar de ello, tuvo que dedicarle horas de práctica y aprender a desarrollar su capacidad interpretativa durante años, buscar profesores que le encauzaran, tutores que le guiaran y horas y horas de dedicación y pasión no sólo suyas, sino de sus seres queridos. Todo eso suponiendo que le entiendan y le apoyen. De no ser así, se tendría que enfrentar a las adversidades y a sus propias dudas para cumplir su anhelo y dar sentido a su existencia. Y así es para todos en todo.
La mejor forma de entender lo que veo, obviamente, es con imágenes y las mejores que yo conozco con diferencia son las que pertenecen al libro de sanación Hágase la luz de Barbara Ann Brennan, editado por Martinez Roca, traducido por Jordi Vidal y fabulosamente bien ilustrado por Thomas J.Scheider y Joan Tartaglia ¡ una joya !
Aquí se pueden apreciar los 7 primeros campos energéticos. La edición que tengo es del año 1987 y a partir del año 1988 hasta la
actualidad se detectaron y trabajamos con 16 campos energéticos. El espacio que ocupan es aproximadamente de 20 a 30 metros de radio dependiendo de la persona y cómo se encuentre, pero me imagino que por cuestiones prácticas los han condensado en esta ilustración. Al hacerse en blanco y negro se pueden apreciar mejor las distintas capas y sus límites. En la siguiente ilustración, como es en color no se aprecia con tanta claridad.
Pero sí se puede apreciar como la sanadora corrige y potencia la linea de equilibrio interior. Es una maravilla observar esta ilustración y sin querer recuerdo la emoción que me produjo verla por primera vez y saber que alguien, en la otra punta del mundo, era capaz de plasmar con tanta belleza lo que percibimos cuando realizamos nuestra labor.
El libro esta lleno de bellas ilustraciones que uno puede disfrutar en el silencio de una tarde de otoño como la de hoy.
Gracias por tu tiempo y dedicación , otro día más.
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